Tras descubrir su amor por el código a una edad temprana, Meg ha trabajado en el sector tecnológico la mayor parte de su vida adulta, desde empresas emergentes y diseño de juegos hasta grandes compañías tecnológicas. Entre crecer con una hermana gravemente discapacitada, tener un marido discapacitado y luchar ella misma con una discapacidad, la accesibilidad web es una búsqueda muy personal para ella. Sigue trabajando duro para garantizar que el acceso universal se convierta en un estándar de la industria. Prefiere los grillos y las noches estrelladas visibles al bullicio, Meg reside en una tranquila comunidad rural del sur de California.
